Casi doce meses después de la DANA que azotó Es Mercadal el 15 de agosto, el torrente que atraviesa el centro del pueblo sigue en un estado lamentable. Vallas improvisadas, puentes dañados y promesas incumplidas componen un paisaje que, a las puertas del verano y con el mercado nocturno y Sant Martí en el horizonte, no deja en buen lugar al Ayuntamiento.
Según ha anunciado el alcalde Joan Palliser (Entesa), el proyecto de reparación se dividirá en dos fases: primero, la rehabilitación de los puentes afectados; y más adelante, la controvertida elevación de los muros del torrente, supuestamente para mejorar la seguridad y reducir el riesgo de inundación. ¿La razón del retraso? Recursos Hídricos del Govern balear ha pedido un nuevo informe técnico, distinto al ya presentado por los redactores del proyecto.
Técnicos, informes y excusas
Desde el consistorio aseguran que el estudio previo ya demostraba que subir los muros reducía la inundabilidad. Sin embargo, ahora el Govern exige nuevos parámetros. Mientras técnicos y administraciones intercambian papeles, los vecinos ven pasar los meses sin soluciones reales. “Una cosa es querer gobernar y otra saber gobernar”, resume un ciudadano en redes. Y no le falta razón.
Porque lo que ocurrió en agosto fue un desastre natural, sí, pero la dejadez posterior es responsabilidad política. Nadie puede evitar una tormenta, pero sí se puede mantener limpio un torrente o actuar con rapidez cuando hay puentes dañados. Las desembocaduras en Cala Tirant y Can Saura siguen llenas de sedimentos, los aparcamientos al lado del torrente permanecen abiertos, y lo único que crece es la frustración vecinal.
PP y Entesa: más ocupados en repartirse votos que en solucionar problemas
A la falta de acción se suma la falta de cohesión. En el mismo pleno en el que se explicó la división en fases del proyecto, se votó una moción del PSOE para declarar Es Mercadal como “zona tensionada” y así limitar el precio del alquiler. ¿El resultado? Entesa votó a favor, el PP en contra. La moción salió adelante gracias a esta división interna del propio equipo de gobierno. ¿Cómo puede funcionar un pacto municipal en el que los socios no se ponen de acuerdo ni en cuestiones clave?
A estas alturas, es inevitable preguntarse si este pacto entre Entesa y PP está más centrado en mantener la alcaldía que en resolver los problemas reales del pueblo. La parálisis con el torrente no es un caso aislado, sino un síntoma de un gobierno más preocupado por el equilibrio político que por la eficacia.
La imagen que no merece Es Mercadal
Como bien señala un vecino: “no es normal que se dejen los puentes y el torrente vallados durante un año”. Es una imagen impropia de un pueblo como Es Mercadal, especialmente cuando empieza la temporada turística. El equipo de gobierno debería estar centrado en dar soluciones, no en retrasarlas con excusas burocráticas.
Los vecinos ya han tenido paciencia. Lo que ahora esperan no son más informes, sino obras. No más promesas, sino resultados. Porque si no se actúa pronto, no solo se está dañando la seguridad del municipio… también su reputación.
Fuente del artículo: Diario Menorca