El Ayuntamiento de Es Mercadal ha decidido trasladar la parada de taxis a una nueva ubicación: el aparcamiento situado justo detrás de la parada de autobús. Una decisión que, según fuentes municipales, fue tomada tras alcanzar un «acuerdo» con los taxistas y algunos vecinos de la zona. Sin embargo, la realidad sobre el terreno parece bastante diferente: ni los taxistas están satisfechos, ni se ha solucionado el problema de fondo.
Una decisión que nadie celebra
La nueva parada, lejos de mejorar la operativa diaria del servicio, ha generado un profundo malestar entre los profesionales del taxi. Se trata de un espacio con escasa visibilidad, donde los vehículos estacionados no son fácilmente identificables como disponibles debido a su posición y la ausencia de una línea visual clara hacia los pilotos verdes. Además, la disposición en batería complica las maniobras, dificulta el acceso y la apertura de puertas, especialmente para personas mayores o con movilidad reducida.
A ello se suma que se ha perdido una de las plazas de taxi, reduciendo la capacidad operativa en momentos de mayor demanda. La señalización actual es deficiente, lo que provoca que vehículos particulares aparquen indebidamente en la parada sin ser sancionados, agravando aún más la problemática para los taxistas.
El lugar, a plena exposición solar durante todo el día y junto a los contenedores de basura, se convierte en una zona poco agradable para taxistas y pasajeros, sobre todo durante los meses de verano. Todo ello sin contar que la incomodidad para entrar y salir de los vehículos es evidente.
¿Acuerdo o imposición?
Aunque el Ayuntamiento afirma haber llegado a un consenso con los taxistas, lo cierto es que la mayoría de los profesionales del sector no están conformes con la ejecución final. La decisión se ha interpretado como un gesto de «quitarse un problema de encima» tras las quejas de algunos vecinos del bloque frente a la antigua parada.
Sin embargo, hay algo que no encaja del todo: las quejas vecinales señalaban a los taxistas como responsables del ruido nocturno, pero en realidad, el principal origen del ruido son los usuarios de la parada de autobús, especialmente durante el servicio del bus de nit, donde es habitual la presencia de personas en estado de embriaguez o con comportamientos incívicos.
De hecho, el diseño arquitectónico de la nueva estación de autobuses actúa como una caja de resonancia, amplificando el sonido y generando más molestias. A pesar de ello, el perjuicio ha recaído injustamente sobre el sector del taxi, que ha visto cómo se les desplazaba de su ubicación original sin ofrecerles una alternativa realmente funcional ni adaptada a sus necesidades.
Gobierno municipal a la deriva
Una vez más, la coalición entre Entesa y el Partido Popular, que gobierna Es Mercadal, demuestra una preocupante falta de visión estratégica y capacidad de gestión. Este cambio, como otros anteriores, se ha llevado a cabo sin atender realmente las necesidades de los profesionales implicados ni de los usuarios. Se gobierna con prisas, con parches, y sin planificación. Y eso se traduce en decisiones improvisadas que no solucionan problemas, sino que generan otros nuevos.
¿Es este el modelo de gestión que merece Es Mercadal? ¿Así se construye un municipio más accesible, moderno y funcional?

